En esta unidad estudiaremos las características del mundo más actual, de nuestro presente, tocando temas como el de la explosión demográfica, los conceptos de desarrollo y subdesarrollo, el impacto de la ciencia y la tecnología en nuestra forma de vida, los nuevos movimientos sociales o el nuevo orden internacional. Partiremos de los conocimientos previos los alumnos y alumnas, que con anterioridad ya han estudiado las unidades correspondientes a la Guerra Fría, a la descolonización y al desarrollo de los mundos capitalista y ex comunista, lo que les servirá de base para asentar los nuevos conceptos. El objetivo será el análisis del mundo en el que nos desenvolvemos diariamente.
El inicio del siglo XXI se halla indefectiblemente unido a los atentados del 11 de septiembre de 2001, marcado por el inicio de una política en solitario por parte los Estados Unidos de Norteamérica. Mientras que en Europa el inicio del nuevo milenio ha supuesto el asentamiento de una relativa estabilidad, tras la convulsa década anterior, América Latina ha visto cómo el populismo de izquierdas ampliaba su presencia en el continente; Oriente Medio, por su parte, se ha convertido en foco de conflicto constante (Afganistán, Irak, Irán, Israel y Palestina) y África continúa siendo el continente olvidado por todos… excepto a la hora de expoliar sus recursos. La primera década del segundo milenio llega a su final en un contexto de crisis económica y crisis institucional… una crisis que llega a todas partes gracias a la constatación de un fenómeno que se entiende propio de los últimos treinta años: la globalización, la tendencia (irreversible, según algunos) a consolidar una red de intercambios e interdependencia a nivel global, sin trabas ni aranceles. Claro que ésta también llamada mundialización, la cual se sobrepone al concepto clásico de Estado-nación, no presenta visos de ir más allá de su vertiente económica, dado que las instituciones políticas de carácter global tiene menos peso que nunca. Por el contrario, el desarrollo tecnológico, centrado principalmente en las telecomunicaciones, ha generado una auténtica revolución tanto en las relaciones sociales como en el intercambio de información de y todo tipo de transacciones. Las nuevas tecnologías abren campos y perspectivas no planteados previamente, y dando un peso potencial a la sociedad civil inédito hasta esta década. Todos los sistemas (político, económico, social) engendrados en los albores de las revoluciones del XVIII y XIX se ven superados por la rapidez de los cambios; unos cambios que se centran en el mundo desarrollado y a los que, por desgracia, son ajenos millones de personas.
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